La carrera de la realizadora alemana Nora Fingscheidt es singular en más de un sentido, no en menor medida por cuestiones geográficas. Su primer largometraje, el documental Ohne diese Welt (2017), fue filmado en Santiago del Estero, en el seno de una comunidad de menonitas, al tiempo que System Crasher (2019), primer film de ficción, la encontró de regreso en su país natal. El éxito en festivales de cine de esa historia sobre una chica con serios problemas de manejo del enojo derivó en un proyecto para Netflix rodado en inglés y protagonizado por Sandra Bullock, Imperdonable (2021), cuyas locaciones principales llevan la marca de la ciudad de Vancouver, seguido ahora por Un viaje de sobriedad, proyecto producido por la protagonista, la actriz americano-irlandesa Saoirse Ronan, y rodado en algunas de las islas más pequeñas y despobladas del norte de Escocia, las Orcadas. Fingscheidt es una auténtica viajera.